viernes, 10 de noviembre de 2017

IN MEMORIAM DE MANUEL MALDONADO FERNÁNDEZ




 Uno se levanta y se asoma a la ventana y viendo un día luminoso en este mes de noviembre, piensa que la vida nos va ofreciendo una de cal y otra de arena, y así vamos pasando un día más. Este día luminoso de noviembre de pronto para mí se ha nublado aunque siga viendo ese sol esplendoroso, porque me acabo de enterar que mi amigo Manuel Maldonado Fernández, ha muerto.

 
Manuel Maldonado, con el escritor y periodista Antonio Burgos

Quizás os pueda explicar como nos conocimos con las palabras que él mismo dijo en la presentación de uno de mis libros. Conocí a Ignacio a principios de siglo en el Archivo Municipal de Guadalcanal. Como somos de la misma edad, podría haberlo conocido en las atracciones infantiles de la feria durante los años cincuenta, en los guateques celebrados en la capilla de San Vicente en la década de los sesenta, o también en el entorno de la piscina. Pero no fue así, como digo nos conocimos en nuestro hábitat natural, allí donde solemos dar riendas sueltas a ciertas inquietudes y cumplir con nuestro compromiso social­­. Y en el Archivo, aparte de un cómplice, un amigo y solidario colaborador, me encontré con una persona ilusionada y comprometida con la Cultura y con Guadalcanal. Y no son halagos regalados propios de un acto como éste. La ilusión y el compromiso son cualidades constatadas en nuestro amigo Ignacio, como lo ha demostrado durante los cuatro años que ejerció como concejal de cultura, la hermana pobre de los presupuestos de cualquier  Ayuntamiento, fajándose durante los mismos en defensa de la cultura en Guadalcanal, o como autor de varias obras.

 
Manuel Maldonado junto a su esposa María José. en uno de los actos a los que asistió

Así de sencillo, así de amable era mi amigo Manuel Maldonado. Para mí, Manolo no puedo decir que ha sido como un padre, porque incluso soy unos meses mayor que él, pero indiscutiblemente ha sido mi hermano mayor desde que lo conocí como él dice, a principios de este siglo y el que me ha enseñado todo lo que sé de archivos, de historia y de cómo contarlas.



Manuel Maldonado Fernández, era natural de Trasierra (Badajoz), Licenciado en Ciencias Biológicas y Catedrático de Biología y Geología en el IES “San Isidoro” de Sevilla, donde desarrolló la mayor parte de sus treinta y seis años de docencia.




Como historiador llevaba muchos años dedicados al estudio de la Orden de Santiago, especialmente centrados en Llerena y su partido histórico, en el que se encuadraba Guadalcanal hasta 1835. Estas investigaciones han dado como fruto la publicación de varios libros sobre la Historia de los pueblos santiaguistas de Casas de Reina, Llerena, Reina, Trasierra, Valencia de las Torres y Valverde de Llerena y algunos más que seguro se me quedan en el tintero. Asimismo colaboró en publicaciones especializadas de ámbito nacional y autonómico, como la Revista de Estudios Extremeños, Archivo Hispalense o Chrónica Nova


En ellas se abordan aspectos que se han particularizado y desarrollado en numerosos Congresos, Jornadas y otros eventos interesados en la Historia de la Orden, sus pueblos y su gente, así como en más de setenta artículos publicados en la revista de Feria y Fiestas de Guadalcanal, y en las equivalentes de los pueblos santiaguista de Llerena.


 
Manuel Maldonado (con el diploma) junto a los alcalde de Malcocinado y Guadalcanal

Su relación con Guadalcanal, aparte la propia de la proximidad geográfica, ya se inició en su infancia con la asistencia a la populosa feria ganadera del Coso, allá por los años cincuenta, continuando en su juventud con visitas periódicas sobre todo a la piscina municipal y la feria. En la madurez, continuó esta relación con Guadalcanal especialmente atraído por nuestro voluminoso e interesante Archivo Histórico Municipal, al que ha visitado en más de cien ocasiones durante los últimos quince años y al que consideraba uno de los mejores, de los pueblos que en su día pertenecieron a la Orden de Santiago. 

Estas visitas han servido, además de ampliar conocimientos sobre la Historia General de dicha Orden, para publicar varios artículos en la Revista de Feria y Fiestas Patronales de Guadalcanal y de otros muchos pueblos de la comarca.



Aparte estas publicaciones en la revista local, ha difundido el nombre y la Historia de Guadalcanal más allá de su entorno inmediato, gracias a otros artículos publicados en libros y revistas de mayor difusión. Son los casos de los estudios titulados:


“La encomienda santiaguista de Guadalcanal”, publicado en la Revista de la Diputación Provincial de Sevilla (Estudios Hispalenses) en el año 2002.


“La feria de Guaditoca”, publicada en las Actas del Congreso Internacional “550 Feria de San Miguel”, Zafra, Septiembre de 2004.



En julio de 2012, tuve el honor de hacer la presentación en la antigua iglesia de Santa Ana, de su libro “LA VILLA SANTIAGUISTA DE GUADALCANAL” que había recibido el accésit al primer premio de la Diputación Provincial de Sevilla, dentro de la sección de Historia del Archivo Hispalense.



 
Manuel Maldonado en la presentación de su libro La Villa Santiaguista de Guadalcanal

Fue precisamente en un archivo, la última vez que vi en persona a Manuel Maldonado, precisamente cuando estaba terminando mi libro sobre la Historia de Guadalcanal del siglo XX, en el archivo del Arzobispado de Sevilla. Así que en un archivo nos conocimos y en un archivo –sin yo saberlo- me despedí en persona de mi gran amigo Manolo Maldonado.

 
Manuel Maldonado en la presentación de mi libro Guadalcanal Siglo XX - 1931-1940

A mediados de junio le hice nuestra periódica llamada telefónica y fue mi sorpresa que al preguntarle que qué tal estaba, me dijo que regular. Me estuvo explicando que había recaído de su anterior enfermedad y que le estaban dando tratamiento. Así que también, sin yo saberlo, ese 14 de junio fue la última vez que hablé con él.



En el recuerdo quedarán nuestros cafés en la Puntilla, con los jeringos de Trini o los que tomábamos en Llerena en la Casineta, con las tostadas con aceite. Las horas de charla en el Palacio o nuestras comidas para celebrar sus libros o los míos, o después de haber oído alguna de sus conferencias, tan didácticas, que todo el mundo las entendía.



Si me ha causado dolor enterarme de la muerte de Manuel Maldonado, más todavía por no haberme enterado cuando falleció, que fue el 14 de agosto pasado. A su esposa María José, con la que estuvo casada 42 años y a sus hijos, quiero trasladarle mi más sentido pésame por esta irreparable pérdida y siento de corazón no haberles podido acompañar en ese día.

Descanse en paz mi gran amigo MANUEL MALDONADO FERNÁNDEZ.