martes, 12 de mayo de 2015

MUERTE EN ACOMA (6 de 6)

                             
                       
                                                             Jesús Rubio

 12 de febrero de 1599. Santo Domingo, Nuevo México.
Juan de Oñate dictó sentencia aquel día. Mandó llamar al capitán Alonso Gómez de Montesinos, defensor de los indios de Acoma. Como testigos fueron citados los capitanes  Alonso de Sosa y Juan Ruiz de Cabrera y Bartolomé González. Tomó nota de todo el secretario Juan Gutiérrez Bocanegra.
Y así falló Juan de Oñate:
-Fallo atento a los autos y meritos de este proceso y por la culpa que de él resulta que debo condenar y condeno a todos los indios e indias que están presos del dicho pueblo. A los indios de veinticinco años para arriba a que se les corte un pie y en veinte años de servicio personal y a los indios de veinticinco años para abajo y hasta los doce, los condeno en otros veinte años de servicio personal. A las indias de doce años para arriba a otros veinte años de servicio personal y a dos indios de la provincia de Moqui[1] que se hallaron y pelearon en el dicho pueblo de Acoma y se prendieron los condeno a que les corten las manos derechas y se envíen sueltos a que den noticia en su tierra del castigo que se ha hecho. Y a todas las niñas de menos de doce años los doy por libres y dejo a todas las niñas al amparo de fray Alonso Martínez para que las deposite y ponga en este reino y fuera de él en los monasterios y partes que le pareciere para que consigan el conocimiento de Dios Nuestro Señor y salvación de sus almas. A los niños de doce años para abajo los dejo a disposición de don Vicente Zaldívar para que consigan el propio fin. A los viejos y viejas ya decrépitos los pongo en manos de los indios de la provincia de los querechos[2] para que cuiden de ellos y no los dejen salir de sus pueblos.
Y así se ejecutó en los días siguientes.
  
EPÍLOGO
Juan de Oñate no es una figura apreciada en Nuevo México. Su gestión de lo ocurrido en Acoma ha generado una profunda antipatía hacia él. Tal es así, que en 1998, año en que se cumplió el IV Centenario de la llegada de la expedición de Oñate, la estatua erigida, con cierta oposición, en su honor en 1991, y cuyo autor fue Reynaldo Rivera, apareció con el pie derecho cortado. Había demás una nota que decía “fair is fair” (lo justo es justo)”. El pie fue refundido pero la unión es aún visible. Hay quien sugirió que se dejara mutilada  como recordatorio simbólico de lo ocurrido en Acoma. La estatura puede verse en el Centro de Visitantes del Monumento Oñate, cerca de la localidad que hoy se llama Española. En 1997, la ciudad de El Paso, en Texas, quiso erigirle otro monumento. Hubo muchas protestas. La estatua, que representa a Oñate sobre un caballo, no fue terminada hasta 2006 por el escultor John Sjherrill Houser, que dice que es la estatua ecuestre más grande del mundo. Costó dos millones de dólares, mide 10 metros y es de bronce, por lo que su peso alcanza las 18 toneladas. Fue inaugurada el 21 de abril de 2007, con la presencia de las autoridades locales, el embajador español en estados Unidos, Carlos Westendorp, y representantes de la tribu acoma, que protestaron durante el acto. Hoy día hay especialistas que, sin negar lo riguroso de la sentencia, consideran que luego las condenas, sobre todo las referidas a los confinamientos, no se llegaron a aplicar de manera efectiva. Sea como fuere, lo cierto y verdad es que ya en su día Juan de Oñate fue una figura muy controvertida. La severidad con la que se manejó no sólo con la población natural de Nuevo México, sino también con los colonos, comenzó a granjearle enemigos. Todo se precipita cuando muchos de esos colonos regresan a Nueva España y empiezan a relatar los abusos del Gobernador con ellos y con los indios.  En 1606, el rey Felipe le ordena que marche a Ciudad de México para ser investigado. Siguió en su puesto. Renuncia a su empresa pero permanece en Nuevo México hasta fundar Santa Fe. En 1608 se le ordena de nuevo que marche a Ciudad de México. No será juzgado hasta 1613. Se enfrentó a graves acusaciones, sobre todo por el episodio de Acoma. La sentencia fue rotunda: desterrado de por vida de Nuevo México y de Nueva España por cuatro años. Oñate recurrió y fue absuelto en segunda instancia. Después, Oñate fue nombrado inspector de minas.
Como el destino tiene estas cosas, y tal como reveló el investigador Eric Beerman, Oñate murió el 3 de junio de 1626 en un viaje de inspección a una de las minas cuya salvaguarda tenía encomendada. Falleció, quién lo iba a decir, en Guadalcanal, el mismo pueblo del que un día partió uno de sus capitanes, Diego Núñez de Chaves, muerto en Acoma el 4 de diciembre de 1598.
  

JESÚS RUBIO
Toledo,  5 de marzo de 2014-19 de enero de 2015.
BIBLIOGRAFÍA

BEERMAN, Eric.  La muerte de un Viejo conquistador. Nueva luz de Juan de Oñate. New México historical Review, 54: 4. 1979. Páginas 205-319. Traducción y notas de José María Álvarez Blanco. Revista de Feria 2001. Guadalcanal, Sevilla, 2001.

CHÁVEZ, Fray Angélico. Chávez, a distinctive american clan from New Mexico. Facsímil de la edición de 1989. Sunstone Press. Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos. 2009.
LUCERO, Donald L.. A nation of shepherds. Sunstone Press. Nuevo México, Estados Unidos. 2004.
LUMMIS, Charles F. Los exploradores españoles del Siglo XVI. Sexta edición. Casa Editorial Araluce. Barcelona, 1924.
PÉREZ DE VILLAGRÁ, Gaspar. Historia de la Nuevo México. Dastin Export Sl. Madrid, 2004.
The trial of the indians of Acoma. 1598-1599. Jerry R. Craddock y John H. Polt. Research Center for Romance Studies. University of California, Berkeley. Estados Unidos. 2008. (Texto original extraído del Archivo General de Indias, Patronato, legajo 22,  con traducción a cargo de los autores citados.
Trial of the Indians of Acoma, 1598. American Journeys Collection. Dcoument No. AJ-104. Wisconsin Historical Society. Digital libray and Archives. 2003. (Traducción inglesa. No hay datos sobre el autor de la traducción y de las notas a pie de página).





[1] Otro pueblo de nativos de Nuevo México.
[2] Otra tribu originaria de Nuevo México.

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