domingo, 3 de agosto de 2014

PASEO POR EL CAMINO DE LA FLORIDA

Fachada de la finca La Florida del Valle
     Nuestro paseo diario hoy lo hemos dirigido por el camino del Cementerio de San Francisco y de la Florida.

     La primera fotografía ha sido para este rincón de la calle Jurado, con ese árbol en flor en el mes de agosto.

     Dejamos atrás la calle San Francisco y cogemos el camino que nos va a llevar en primer lugar a las puertas del cementerio, por esta nueva calzada pavimentada de adoquines. 

     Junto a la puerta de entrada encontramos un nuevo azulejo que han puesto de la Virgen de la Soledad, con un bonito texto. Aunque yo hubiera aprovechado para añadirle esta otra parte: “En estos terrenos existió el convento franciscano de la Piedad y en su iglesia radicó desde su fundación y hasta su cierre,  la Hermandad de la Soledad y Santo Entierro” 
     Pasado el cementerio decidimos seguir por el camino que nos llevará a la finca de La Florida. En el transcurso de nuestro recorrido hemos observado bonitos paisajes y animales curiosos para el lugar donde están. Chumberas y paredes que se conservan desde hace siglos, y que fueron construidas por alarifes portugueses.

     Llegamos al cortijo de la Florida y nos viene a la memoria un artículo que escribió Miguel Mensaque, donde hablaba de un personaje del siglo pasado, Ignacio Sánchez Martínez. En el citado artículo nos dice que era tío-abuelo de Francisco Urbano y dueño de numerosas fincas “La Dehesilla”, “Tomillares”, “Los Llanos”, “Sierra del Viento”, “San Julián” y “La Florida”.

Vivió en una casa que existía en la actual calle Juan Carlos I, que ocupaba toda la extensión de los pisos que existen en la citada calle. Fue masón y murió soltero y está enterrado en la iglesia de Santa Ana, donde se conserva la lápida de su enterramiento.

A estos datos yo añadiría, que al morir dejó en herencia parte de esta finca de la Florida a los obreros que trabajaban con él y en mis investigaciones sobre la historia de Guadalcanal Siglo XX, he encontrado que pagó la construcción del edificio actual del Ayuntamiento, para lo que aportó 12.000 pesetas, de las del principio del citado siglo.

Por último, al ser un edificio que está junto al camino, posiblemente este inmueble fuera uno de los Portazgo que tenía Guadalcanal en la antigüedad, que era el lugar donde se pagaban los impuestos por el paso de mercancías y animales, de una población a otra.

Al parecer según nos dice Miguel Mensaque en su artículo, entre otras personalidades, este cortijo lo visitó el italiano Garibaldi, invitado por Sánchez Martínez.

En la actualidad está perfectamente acondicionada y dedicada a casa rural.


Volvemos para Guadalcanal en esta mañana de domingo y a continuación pueden ver alguna de las fotografías que hemos realizado.


Resto de antiguas cepas 




Paredes del camino realizada por alarifes portugueses










Camino del cementerio con la Sierra del Agua al fondo

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