viernes, 5 de abril de 2013

EL PATRIMONIO MONUMENTAL DE GUADALCANAL - 3



A través de la Historiografía artística: Aproximación bibliográfica.
                         Salvador Hernández González
                         Revista Guadalcanal año 2004.

Esta abundancia de potenciales fuentes de información no debe hacernos perder de vista que la obra de arte es el documento primario e insustituible para su estudio por el historiador. De ahí que la historia del arte deba construirse no sólo con el trabajo de gabinete en el archivo y la biblioteca, sino obviamente con el análisis de la propia obra, de la que hay que estudiar todo un mundo de aspectos: tema, materiales, estilo, autoría, cronología, génesis, antecedentes, consecuentes, relaciones, influencias, etc., cuestiones que en el caso de Guadalcanal cobran especial interés dada su ya aludida condición geográfica y cultural de cruce de caminos entre Andalucía y Extremadura. Aspectos como la tipología de nuestros templos, soluciones arquitectónicas, repertorios ornamentales, patrimonio mobiliar como retablos, canceles, etc., artes figurativas como la escultura y la pintura, las artes suntuarias en sus diversas manifestaciones como la orfebrería, la rejería o el bordado, han sido desigualmente abordados hasta ahora por la historiografía artística en relación con nuestra localidad.
Por ello, antes de plantearnos nuevos retos y objetivos debemos presentar en esta ocasión, y éste es el objetivo de este artículo, un estado de la cuestión sobre la historia del arte en Guadalcanal, que nos dé idea de los monumentos y obras objeto de estudio, fuentes utilizadas, metodología y aspectos analizados, como un obligado punto de partida para estudios futuros de un rico patrimonio que poco a poco va saliendo de un largo abandono para su uso y disfrute por los ciudadanos.
Si tenemos en cuenta que la Historia del Arte, como disciplina científica independiente de la literatura, la historia propiamente dicha y la arqueología, se consolida a lo largo de los siglos XIX y XX, nos encontramos con que las primeras semblanzas que conocemos sobre el patrimonio artístico de Guadalcanal proceden – dejando aparte las fuentes propiamente archivísticas – de algunas producciones bibliográficas de dichas centurias, que sin ser obras específicamente dedicadas a las Bellas Artes, sí aportan referencias sobre nuestros monumentos, con valor puramente estadístico más que descriptivo. Este es el caso de algunos diccionarios geográficos y guías provinciales que, sin entrar en el análisis de los edificios y su contenido artístico, aportan al menos la nómina de los monumentos existentes en la localidad.
            Ya a fines del siglo XVIII el interés despertado por la Ilustración en torno al estudio de la geografía, la historia y la arqueología había provocado algunos intentos de realización de diccionarios geográficos de España que diesen una visión panorámica de nuestros pueblos, abarcando aspectos tan variados como el medio físico, población, recursos económicos, urbanismo y edificios notables, como iglesias, conventos, ermitas, castillos o restos arqueológicos. Este es el caso del proyecto emprendido por Tomás López, geógrafo real de Carlos III, quien envió una encuesta a los párrocos de los pueblos pidiendo datos para la redacción de su nunca publicado diccionario, del que sólo han visto la luz y en fechas recientes los textos correspondientes a unas pocas provincias, entre ellas la de Sevilla. Pero como sucede en tantas ocasiones, la histórica adscripción de Guadalcanal a Extremadura escamotea su presencia en el volumen dedicado a la provincia sevillana , aunque como compensación, en las respuestas correspondientes a la vecina Llerena se contiene algunas alusiones a Guadalcanal, referidas a aspectos geográficos y paisajísticos evidentemente ajenos a nuestro tema . Otro proyecto, marcado igualmente por este afán descriptivo de la realidad local en vísperas de la crisis del Antiguo Régimen y felizmente llevado a término fue el Interrogatorio promovido por la Audiencia de Cáceres en 1790, en el que se recoge, atendiendo a cuestiones similares a las planteadas por el geógrafo Tomás López, la situación de las localidades extremeñas a finales del siglo de la Ilustración, y cuyos textos, conservados en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres, han visto la luz hace algunos años, como los correspondientes al partido de Llerena . De las poblaciones antaño extremeñas y hoy adscritas a otras regiones sabemos que también se han publicado sus correspondientes informes  , entre los que desde luego figura Guadalcanal, aunque no hemos tenido la oportunidad de poder manejar esta obra. Como tampoco hemos conseguido ver la descripción que de nuestra localidad hace en el siglo XVIII el franciscano Ortiz de Tovar, natural de Hornachos, en sus Partidos triunfantes de la Beturia túrdula, cuyo manuscrito, conservado en el Monasterio de Guadalupe, e inicialmente publicado por entregas en varios números de la revista Guadalupe, fue finalmente editado en un solo volumen, en el que al igual que en el Informe de la Audiencia de Cáceres, deben contenerse con seguridad datos de gran interés para las cuestiones que nos ocupan y de los que esperamos poder disponer para otra ocasión.

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