Por Rafael Ángel Rivero del Castillo - Revista Guadalcanal año 2012
“Señor.
En una de las hactas del mes de Nobiembre del año
proximo pasado Su Magestad el Señor Don Fernando Septimo y en su Real Nombre
esa Suprema Junta Central del Reyno, dispuso y comunico por orden expresa a
todas las Juntas de Probincias y por estas a las de Gobierno, la formación de
Cuerpos de Milicias honradas, en todos los pueblos y en los que solo debían
entrar aquellos que por su situación no necesitasen de su trabajo diario, con
el fin sapientisimo de velar ante la conducta de los Paysanos, la tranquilidad
de estos y perseguir y aun exterminar a los facinerosos o malhechores; Nadie
duda la felizidad que se experimentaria en todos los Pueblos con esta formacion
de cuerpos o compañias de Milicias honradas.
Mi situación en el dia me obligaba por todos
respectos, a ser uno de los que entre otros compusiese la milicia honrada y con
efecto de la ciega obediencia que e prestado sobre las disposiciones del Monarca
y su Gobierno y por conocer los muchos y buenos fines a que se dirijia su
contesto, no me parecio deber retardar por un solo momento tan importante
serbicio, para cuyo efecto practico la diligencia de presentarme y hacer seme
alistare por su yndibiduo; pero quando juzgaba que esta orden por lo hermetica
llamaria las primeras atenciones de las Juntas para hacer se verificase su
formacion, veo con el mayor desconsuelo, que ya por la muchas ocupaciones de
las Juntas Subalternas, y por lo que es mas, por las dos ymbasiones que a
sufrido esta Probincia desde el veinte y quatro de Diciembre por los crueles
enemigos que so capa de aliados han pretendido con tanto teson pribarnos de
nuestra independencia y libertad, han sido causa para haber retardado y aun olbidado
absolutamente la creacion de dicha orden, pues apenas se allan cuatro Pueblos
en esta provincia que allan formado dichos cuerpos o compañías de Milicias
honradas.
Los habitantes del Pays experimentan ya perjuicios
incalculables. Los caminos no presentan a los viajeros sino el espejo de la
yniquidad y latrocinio; el desviarse el ejercito de esta provincia sera causas
para que no presenten los valles ni la selvas sino objetos de lastima y
compasion, el ejercito se aleja y el ybierno se aproxima, y entonces ¿quantos
no serán los que favorecidos de la opacidad del frio y olbidados de sus
deberes, se entregaran desenfrenadamente a todo genero de maldades? La
formacion de dichos cuerpos de Milicias honradas hera el medio mas seguro de
hebitar estos desordenes, y asi conociendo su M. vien de zerca los vienes que
se seguirian de su organizacion y penetrada de los mas sublimes sentimientos
por el vien publico, me dirijo a su Real presencia por medio de esta
representacion haciendo ver la necesidad que ay y vienes que se producirian de
su formacion y arreglo, a fin de que expida esa Suprema Junta las mas eficaces
providencias y rigurosas ordenes para que se realice un plan tan util como
necesario y entonces esta probincia reconocida bendezira en todos tipos al gobierno
céntrico por dedicar sus dias a la felizidad de la Patria y de los Pueblos en
particular.
Dios guie a
S.M. los muchos años que le desea esta monarquía.
Guadalcanal y Julio 30
de 1809
El
Buen Patricio.
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