sábado, 29 de mayo de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 198


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

En esta casa que se pone el plomo de las fundiciones hay una cada donde se echan los rieles que salen de las fundiciones al cabo de la semana, y tiene el escribano de las fundiciones la llave della, y cuando hay cantidad se dá á los afinadores por peso para que lo afinen.
Cuando hay cantidad de plomo, los depositarios lo dán por peso á los afinadores, y el escribano de las fundiciones descarga á los dichos depositarios este plomo en presencia del escribano de la fábrica que toma la razon, y el depositario de los metales lo asienta en su libro para su descargo.
Con este plomo que llevan los afinadores, van las guardas de los buitrones, y cuando se acaba de afinar y sala la plancha, en estando fria la ponen en un cajon de que tienen dos llaves las guardas, y acabadas de afinar todas y puestas en sus cajones, las llevan el veedor y guardas á la casa donde estan las cajas y la ponen en una de que tiene el contador una llave, y el veedor otra, y el escribano otra, hasta que se limpian y pesan y se entregan al tesorero, y se pasan á otra carca de donde se tiene una llave el contador, y otra el tesorero, y otra el veedor, y se le hace cargo al tesorero por el contador, y toma la razon el escribano.
La greta que sales de la afinación de la plata y la que se hace d enuevo, van los depositarios de los metales á la casa de los buitrones, y delante de las guardas la resciben por peso.
Cuando se han sacado las planchas de plata de los buitrones, se tapan para que no lleguen á ellos, y se cierra la puerta de la casa por las guardas de los buitrones, hasta que otro dia en presencia dellos se quitan las cendradas y se mira si ha quedado alguna plata, y las guardas la cobran, y si ha habido alguna coladura, la ponen en un cajon con llave, y si cuando se pesa la plata hay falta de lo que el ensayador ha dicho que ha acudir el afinador, destácese el buitron y mírase adonde está, ó quien tiene la culpa dellos.
En habiendo cantidad de plata para llevar á Sevilla, se juntan los que tienen las llaves y la entregan por peso á la persona que la ha de llevar que tiene dadas fianzas de… ducados, y hace escritura de lo que se le entrega, y se pone en cajones que están hechos para ello, y quedan las llaves á los oficiales, y esta tal persona entrega por peso la dicha plata á los oficiales de la casa de la Contratacion, y trae fé de como la ha dado, la cual dicha plata entrega el depositario á la dicha persona, por libranza del administrador general.
Respuesta á las cartas de don Francisco de Mendoza de 4 y 5 de febrero de 1558, sobre los negocios de las minas de Guadalcanal.

Contadurías generales, núm. 3072.

25 de febrero de 1559.

EL REY.- Don Francisco de Mendoza, administrador general de las minas destos reinos: Ví vuestras cartas de cuatro y cinco del presente, y en cuanto á lo que decís que han tardado en llevar las libranzas que os habemos mandado enviar para los gastos de la fábrica desas minas, y que es causa que no esté proveida ni se haga la labor que conviene, las libranzas que se os han enviado hasta agora, montan veinte é cinco mil ducados, con los cuales se hace cuenta que habrá provision para los dichos gastos hasta en fin del mes de marzo primero venidero deste año; y para lo que toca á la provision de los otros nueve meses restantes, porque no haya ocasion de detenimiento, se os envía una cédula para que los nuestros oficiales de la casa de la Contratacion de Sevilla den en principio de cada mes cinco mil ducados para los dichos gastos, y desta manera la dicha fábrica estará bien proveida, y por falta de dineros no dejará de hacerse la obra que conviene. Vos terneis cuidado de hacer traer con tiempo lo que de los dichos cinco mil ducados fuere necesario.
El contador Gaspar de Avila envió la relacion de los gastos desa fábrica de los cinco meses pasados hasta en fin de enero, y segund aquella, va proveido bastantemente con los dichos cinco mil ducados; y si para sácar mucha plata fuere menester mas, avisareis dello porque se provea cumplidamente. Tambien envió otra relacion de la plata que ha procedido en los dichos cinco meses, y por ella parece que en el mes de enero pasado se sacaron nueve mil y quinientos y cuarenta marcos, que es menos de lo que vos habeis escripto en este mes que se sacará; y ansí espero, en Dios que cada dia se irá aumentando el provecho desa fábrica, especialmente con vuestra buena administracion: y pues decís que la enfermedad del dicho contador se le agravó, y por consejo de los médicos le convino salir de ahi, y dejó bastante recaudo para el ejercicio de su oficio, hicistés bien en le dar licencia por treinta dias para se ir á curar á otra parte. Si la enfermedad pasare adelante de manera que la ausencia haya de ser mas tiempo, avisarnos heis dello; y las personas que han de servir de veedor y tesorero están ya proveidas, é irán á esa fábrica con brevedad, y tambien el aleman.
Cerca de la cura de los que enfermaren en esa fábrica, pues os paresce que no se debe hacer hospital, y diz que el fisico que ahí reside ha tenido y tiene en su casa los que han enfermado, y que con ayudarle con ciento y treinta ducados poco mas ó menos, se hará aposento para diez ó doce personas que puedan estar bien, y es buen boticario y sángra, y que él y su muger hacen lo que mas es menester, y que con esto habrá bastante recaudo; proveerlo heis ansí, y hareis que se dé al físico el salario é ayuda de costa que os pareciere, pues usa de todos oficios para los enfermos; y en lo demas de medicinas y dietas, Y las otras provisiones que fueren necesarias, hareis que haya el recaudo que convenga.
En lo que decís que algunas personas se ofrecerán á hacer algunas invenciones que sean provechosas para la fábrica de esas minas y cosas dellas, y querran que no usen otras personas de las dichas invenciones, y os paresce que les será dificultoso haber de venir á esta nuestra corte para que se les conceda lo que pretenden, y que por esta causa se dejarán usar, podrán venir las dichas personas, ó enviar trayendo vuestro parecer de lo que en sus negocios se debe proveer, y acá se terná cuidado de que sean despachados brevemente sin que se detengan.

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