miércoles, 3 de febrero de 2010

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 144


Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

Preguntado á este testigo diga y declare qué tanta costa se ahorraría cada mes de hierro y cada día de leña por causa de no afinar la plata como antes en los dichos buitrones, dijo este testigo que á su parescer que en lo que toca á la leña se ahorra la cuarta parte en cada buitron de ella, despues que el dicho señor Diego Lopez dio la dicha orden; preguntado este testigo qué valdrá la dicha cuarta parte que ansí dice que se ahorra cada día en cada uno de los dichos buitrones, dijo este testigo que no lo ha tornado por tasa para podello declarar, mas que le paresce que antes que el dicho señor administrador diese la dicha orden se gastaria en los cuatro buitrones que cada día afinan cuarenta cargas de leña, las cuales y cada una de ellas cuestan á sesenta maravedís y á dos reales, y de aquí adelante cree este testigo que valdrán mas caras por haber de ir por ellas mas lejos, de las cuales dijo este testigo que se ahorrarán la cuarta parte á su parescer, y en lo del hierro dijo que es cierto que cada mes se ahorran de ocho á diez barras que se ponen en cada buitron, las cuales le paresce á este testigo que pesarán tres quintales poco mas ó menos, y que vale cada quintal, puesto en las dichas minas, veinte y seis ó veinte y siete reales, de las cuales barras dijo este testigo que eran menester cada mes veinte y cuatro quintales, que cuestan seiscientos y veinte y cuatro reales ó treinta, los cuales dijo este testigo que se ahorran por causa de haber dado la dicha orden el dicho señor administrador; y ansímismo dijo este testigo que se ahorran gran cantidad de tejas que se ponían encima de las dichas barras, y agora encima de las losas no se ponen, ni son menester la tercia parte. Preguntado á este testigo que por qué se afinaba la dicha plata á tanta costa de la dicha hacienda antes que el dicho señor Diego Lopez viniese á las dichas minas por administrador, dijo este testigo que tiene por cierto que ha sido por no haber administrador que lo haya mandado como el dicho señor Diego Lopez, y que esta es la verdad para el juramento que tiene hecho y lo que alcanza, y firmólo - Diego Diaz Rico. E despues de lo suso dicho á veinte y tres del dicho mes y año, yo el dicho escribano para averiguacion de lo suso dicho tomé é rescibí juramento en forma de Diego Mejía, afinador en uno de los dichos buitrones que estan formados en las dichas minas; é habiendo jurado, dijo que es verdad que luego como vino el señor Diego Lopez, Veinticuatro de Sevilla, por administrador de estas dichas minas en lugar del contador Agustin de Zárate, otro día despues vió este testigo como fue á visitar la casa á donde están los buitrones á donde se afina la dicha plata, y ver la orden que se tenia en el afinar en los dichos buitrones; y como vió que la orden que se tenia era costosa á la dicha hacienda, dijo este testigo que luego mandó á este testigo y á los demas sus compañeros que de allí adelante no afinasen de aquel arte tan costoso, sino que cada uno tuviese cuidado de tapar las bocas de los buitrones, y los achicasen por arriba y adobasen las reverberaciones, y que cubriesen las cendradas con adobes ó con losas á efecto de quitar el gasto del hierro y de la leña que ansí se gastaba afinando al modo que antes se afinaba; preguntado á este testigo diga y declare qué tanta costa del hierro se ahorra cada mes y de leña cada día afinando la dicha plata al modo que el dicho señor Diego Lopez ha mandado y mandó, dijo este testigo que se ahorra la mitad por medio de la leña, y todo el hierro que se solia poner en los dichos buitrones para cubrir las bocas de las cendradas en esta manera: que este testigo solia gastar cada ella en un ...

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