miércoles, 21 de octubre de 2009

LOS DESCUBRIDORES ESPAÑOLES DEL PACÍFICO Y LAS MUJERES INDÍGENAS - 2 DE 6


Por Annie Baert

Que yo sepa, es la primera vez que se contemplan los contactos entre europeos y polinésicos bajo este concepto. Ahora bien, este estudio sólo examina los que ocurrieron en un lugar, Tahití, y en una época, finales del siglo XVIII, cuando todos sabemos que éstos no fueron los primeros encuentros entre europeos e indígenas del Pacífico, por lo que cabe preguntarse cómo fueron recibidos sus predecesores españoles, pioneros en la exploración del Pacífico.
Después de que en 1564 Fray Andrés de Urdaneta hallara el «tornaviaje», que permitió a un barco regresar con una razonable certidumbre a su punto de partida, son tres los viajes que tuvieron lugar en los siglos XVI y XVII, entre 1567 y 1606, bajo el mando de Álvaro de Mendaña los dos primeros, y de Pedro Fernández de Quirós (que fue piloto mayor del segundo) el tercero. Procedentes del Perú, vieron el descubrimiento de varios archipiélagos -en 1568, las Islas de Salomón (que han conservado este nombre), en 1595 las Islas Marquesas (en la actual Polinesia francesa) y la de Santa Cruz (al sureste de las Salomón) y, en 1606, las Tuamotú (Polinesia francesa), Cook del norte y Vanuatu (antiguamente llamadas Nuevas Hébridas)-, y dejaron en los mapas del llamado «gran océano» numerosos topónimos hispánicos. Los documentos de los que disponemos para su conocimiento son principalmente los relatos y/o memoriales de los propios Mendaña y Quirós, además de los que dejaron algunos de sus compañeros de viaje, religiosos o funcionarios, y de las tradicionales «informaciones de méritos y servicios» que hicieron varias personas.
En este estudio me limitaré a lo ocurrido en el primer viaje, el de 1567-1569, doscientos años justos antes de los que evoca Tcherkézoff, en las islas de Salomón, donde se produjeron cuatro «ofertas de mujeres». Veamos a continuación cómo las cuentan el escribano mayor y factor de la armada, Gómez Hernández Catoira, el jefe de la expedición, Mendaña, y el « cosmógrafo » Pedro Sarmiento de Gamboa :
1 - La primera escena fue el 12 ó 13 de febrero de 1568, cuando los españoles acababan de llegar a la isla que llamaron Santa Isabel, y Mendaña envió a varios hombres -su maese de campo, Pedro de Ortega Valencia, su alférez general don Hernando Enríquez y el capitán Pedro Sarmiento de Gamboa, con 20 soldados- al pueblo del cacique Bile, del que temía algún ataque. Tenemos tres versiones.
1-1. Catoira :
«... convidaron a los nuestros con algunas mujeres y como dellas hiciesen asco y escupiesen dellas por darles a entender que no se las habían de tomar, se admiraban y más de que no las trajésemos ; y como algunos de los nuestros se apartaban para orinar, ellas se iban tras ellos para ver qué y con qué, y hubo una que vino a tomar de la falda a un soldado por verlo ; y como los soldados se excusasen, se subió un indio escondidamente encima de un árbol donde algunos se apartaban a orinar para les ver sus vergüenzas, que no sabían qué juzgar de nosotros» (6).
1-2. Mendaña :
«… convidaron a los nuestros con algunas mujeres y como hiciesen asco y escupiesen de ellas, por darles a entender que no se las habían de tomar, se admiraban y más de que no las trujésemos. Y como algunos de los nuestros se apartasen a orinar, ellas se iban tras ellos para ver con qué y hubo una que se llegó a tomar de la falda del sayo a un soldado por verlo. Y como los nuestros se excusasen, se subió un indio escondidamente encima de un árbol donde algunos se apartaban a orinar para verles sus vergënzas, que no sabían qué juzgar de nosotros» (7).
1-3. Sarmiento :
«… vinieron a vernos sus hijos y mujeres y nos convidaron con ellas y nosotros hicímosle señas que no las queríamos y escupíamos del convite, de que ellos quedaron muy admirados y mirábanse unos a otros como quien imagina que no debíamos de ser hombres; y esto entendimos porque vimos algunos de ellos que andaban muy solícitos por ver si teníamos sexo de hombres, a que ellos llaman maña y a la mujer gase »( 8)


(6) Publicado por Celsus Kelly, OFM, in Austrialia Franciscana, Franciscan Historical Studies / Archivo Ibero­americano, II, 1965, p. 45.
(7) Austrialia Franciscana, op. cit., III, 1967, p. 202.
(8) Austrialia Franciscana, op. cit., IV, 1969, p. 281.

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