domingo, 12 de julio de 2009

LAS MINAS DE PLATA DE GUADALCANAL - 47

Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

V. M. me manda por un capítulo de la instrucion, que provea que se requieran todas las minas, y caben y ensayen para entender de qué provecho son, y entendida la cantidad de registros que hay, y tan lejos unas de otras, y que las que y he visto por el camino, me parecen de poco provecho, y que ninguna de ellas llevan veta, ni se han ahondado; hasta dar el metal entiendo que será mucha costa á V.M.,porque la tierra toda está muy cara, y es necesario proveer personas de confianza y experiencia, y que con cada uno que fuere á esto ha de ir un escribano, y que sirva de alguacil y un plomero, y que en las minas que se hubiere de sacar metal para hacer los ensayes, no se ha de topar luego ni dar en el metal, como es ordinario cabar y ahondar pozos ocho y diez estados, y haberse de hacer esto en todas las minas á costa de V.M., paréceme que es inconveniente y mucho gasto porque pasan de mil y quinientas minas las que estan registradas, y visto esto, tengo ordenado de mandar á las paartes que me muestren las mimas que han registrado en esta comarca, ó á la persona que nombro para ello, y si las tales minas no llevan veta ni metal, les mando que so pena de perdellas, las ahonden hasta dar en el metal dentro del término que ma parece, y que dando en él, me lo vengan a manifestar con la misma penapara que luego se saque el metal, y se haga el ensaye dél, y en las minas que estuvieren ahondadas hasta el metal, se sacará y hará el ensaye á costa de V.M., aunque con las prohibiciones que se hanhecho no mantenido lugar de ahondallas los que las han dscubierto.
A Martin de Ramoin he detenido aquí como escribí en la pasada á V.M. y ha convenido para que entienda qué cosas son mimas y labor dellas, que es oficio y lenguage por sí, y el que no tiene esto entendiddo, aunque en algunas cosas provea con diligencia pierde mucho en lo principal que se le encarga, que es el beneficio de los metales desde que se sacan de la mina hasta que se saca la plata, y pesarmehia que tomase otra opinión como la de Zárate, porque será mas deshacerla que en aprender bien lo que ha de hacer: demas desto he entendido que el ensaye que se hizo del metal de Aracena, no fue tal de que deba tener satisfacion, y hasta hacer traer el verdadero metal y en cantidad y por persona plática y de conocimiento en esto, para que en mi presencia se hagan los ensayes por mayor, y hasta tener entendido el fruto dello, no ma pareció que se debia enviar á asentar aquella hacienda.
Entre las personas que hice venir es un Juan de Añasco, al cual embié á Aracena para que se haga sacar de las dos minas de que V. M. tiene relacion que son buenas, dos cargas de metal y vea la calidad de las minas, y que el metal que dellas enviare sea de las vetas principales; porque hay grande engaño en estos ensayes y en el sacar del metal de las minas; porque pretenden por muchas vias interese las partes, y aunque él lo entiende como quién ha visto muchas minas y las ha tenido, envié con el un plomero para que se haga toda la diligencia que es posible como conviene, para asentar una hacienda como V. M. lo manda; y no he enviado antes á hacer esta diligencia por no tener persona á mi contento para este efecto, y yo no he querido apartarme de aquí porque conviene así á lo que V. M. me manda, habiendome enviado el metal, se hará en mi presencia el ensaye por mayor, y respondiendo como es razon y V. M. tiene entendido que aquellas minas son buenas, iré á Aracena y se entenderá en asentar aquella hacienda, de manera que de la primera vez se acierte y con mucha brevedad en este tiempo lo de aquí estará enhilado.
Demas destas dos minas ordené á Juan de Añasco que me envie metal de otra cerca de estas de que tengo buena relacion, y que desde allí pase á lo de Valverde y me envie una carga de metal de aquella mina del pozo de que se habia sacado metal para hacerse ensaye por mayor, porque cuando yo la ví estaba lleno de agua y no habia aparejo en breve de desaguarla y hacer sacar metal.
Asimismo le di comisión para que visite otras minas en otras partes, y de las que le pareciere, hecha la diligencia necesaria conforme á la instruccion que le dí por la orden que yo aquí tengo, me envie metal para que acá se hagan tambien los ensayes por mayor, y para que mejor acierte no se haga costa en minas de poco provecho va el plomero con él.
Yo hice labrar tres pozos en la misma veta de estas minas, y de ordinario andan en ellos cabando: en el uno dellos se ha dado en metal que es de la suerte del de Gonzalo Delgado: dícenme los plomeros que será rico, porque se ha ahondado muy poco, y el metal comienza á ser de lo bueno, la vena adelante, en lo que dicen de la gran compañía de los de Azuaga, é vísto y platicado con plomeros de espiriencia, parece que responderá allí el buen metal; hago que se ahonden seis pozos, y espero en Dios que serán buenos algunos dellos, y asimismo se harán otros pozos en otras venas de las que tuviere satisfacción.
Considerado de la utilidad que se seguirá de traer los alemanes pues dicen son necesarios, y lo he platicado con las personas que aqui han venido y paréceme que no se deben traer mucha cantidad dellos; y que si viniesen hasta ciento, que fueren oficiales fundidores y mineros y carpinteros para ademar á su modo, que será bastante número para las minas que agora V.M. manda armar, porque si se tiene cuidado de poner españoleslo harán muy bien, y es necesario que se haga así, porque es gente que al mejor tiempo y cuando mas necesidad ven, se quieren ir, y rescátanse como ven la necesidad que se tiene dellos, y hay dos españoles que funden como ellos; para cabar ni traer hornos no ha necesidad de alemanes, porque lo hacen mejor los nuestros, y en lo de la fidelidad, el recaudo de la persona que tuviere á cargo la hacienda es la mayor parte, y que se castigue rigurosamente los hurtos que se hicieren.
Aquí hay noventa y tres alemanes, y según me dice Zárate es insufible el trabajo que con ellos tiene; oficiales serán hasta doce ó trece, los demas son personas que sirven en cabar y en los tornos y fuelles, estos se sustentarán de todo cuanto fuere posible.
Sobre labrar las minas de aquí á tajo, he platicado mucho y hecho entrar en ellas plomeros y otras personas que lo entienden, y parece que en estas que agora se labran no conviene segun el sitio y dispusicion dellas y calidad de la tierra.
Asimismo he tratado con las personas que aquí han venido, si tienen arte estas minas de durar mucho, y habiendo entrado en ellas, les parece que el pozo de Martin Delgado de que se hace hacienda es fixo, por ser metal muy fuerte é ir bien encajado, y que los de Gonzalo Delgado les parece que tienen muestras de durar, aunque en lo hondo han dado en alguna tierra suelta que les descontenta, pero muchas veces acaece atravesarse esta tierra entre el metal y por sanearme mas yo entré en los pozos y me pareció a mismo, y la falta que habrá en no ir bien, ademado lo de la parte de Gonzalo Delgado, se remedia con parecer de todos los que entienden.
Para esta fábrica conviene hacer ingenios, de madera para el fundir y moler como se hace en la Nueva-España, estáse labrando uno, y acabado se dará orden de hacer mas.
Yo fui á Cazalla y ví las minas de allí, y hice limpiar los pozos de las que mas opinion tenían, y por no se poder sacar el metal dellas tan en breve y dejar aquí ordenados ciertos ensayes á que me habia de hallar presente, dejé una persona de confianza y esperta que hiciese sacar metal destas minas con plomeros, y tuviese cuenta con la veta, y me vine; llegado que sea el metal y entendida la relacion desta persona se harán los ensayes para ver el fruto de que son.


Los gastos de aquí son grandes, así por la careza de la tierra, como por la mucha gente que ha venido y viene para que mejor se entienda lo que conviene á esta hacienda, y á las demas que se han de asentar.
Agustin de Zárate me ha dicho que envia relacion particular de la plata que se ha sacado hasta agora.
A la carta que V. M. mandó escribir á veinte y seis de mayo, responderé largo, y entiendo cumplir lo que V. M. me manda en ella. Nuestro Señor guarde la Católica y Real Persona de V.M. con acrecentamiento de mayores reinos y señoríos como sus criados y vasallos deseamos. En las minas de Guadalcanal ocho de Junio de mil quinientos cincuenta y seis. -De V. C. R. M. humilde vasallo que los Reales pies y manos de V. M. B.- Don Francisco de Mendoza.

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