viernes, 17 de abril de 2009

MINAS DE GUADALCANAL - 23

Continuación del libro editado por Miguel del Burgos en el año 1831, NOTICIA HISTÓRICA DOCUMENTADA DE LAS CÉLEBRES MINAS DE GUADALCANAL. Tomo I

(Se mantiene la ortografía de la época)

La orden que se tiene en el beneficiar de las minas de Guadalcanal despues que fue á poner recaudo en ellas Agustin de Zárate, contador de su Magestad, es la siguiente.

Contadurías generales, núm. 3072.

En cada pozo de las dichas minas andan de ordinario cinco hombres, lo dos dellos dentro en el pozo cavando, y otros dos fuera que traen un torno con que sacan el metal y se desagua el pozo, y otros que rige la maroma y descarga el metal y vácia el agua, los cuales dichos cinco hombres se remudan de ocho en ocho horas, de manera que en casa pozo trabajan diez hombres cada dia.
Lo que se saca de los pozos se divide en tres partes; la una que llama gaborro, que es la peña que vá arrimada al metal, la cual en sacándose se echa en los torronteros junto á los pozos; la otra es la tierra que sale entre el metal y el gabarro que llaman lavadura; la otra es la beta del metal se llama cochizo, que es lo mas rico, la cual dicha lavadura y cochizo, en sacándolo de los pozos, se pone en dos montones cada cosa por sí aparte, y en cada pozo está puesto una guarda para que lo guarde, aunque esta dicen que se podrá escusar en los pozos que labran los alemanes, porque son muy fieles.
Desde los dichos montones se lleva la dicha lavadura y cochizo por dos hombres, una espuerta de cada cosa, acompañandolos una guarda á una casa que está hecha para guardarlo, en la cual hay un apartamiento donde se pone y cierra con tres llaves, launa de las cuales tiene una persona puesta por el dicho Zárate, y otra puesta por el hallador de la mina, y otra por Juan de Xuren, que es el que pretende tener parte en las minas por razon del arrendamiento que está hecho de las minas de su Magestad.
Junto a la dichacasa está un corral pegado con ella, cercado y con puertas que se cierran, dentro del cual se ha metido el agua de un arroyo pequeño que pasa por allí cerca, en que están hechos los lavaderos y molederos para moler y lavar el dicho metal, y desde dicha casa con asistencia de los que tienen las llaves donde se guarda el dicho metal lo levan al dicho corral, y las lavaduras que no es necesario molerse, se entregan á los lavadores alemanes, los cuales las lavan con unos harneros que tienen, el suelo d ehilo de alambre, de manera que no se pierda consa ninguna de metal, y los cochizos se entregan á los moledores, los cuales los quiebran y lavan, de manera que tampoco se pierda cosa ninguna d
ello, porque enesto tienen mucha mas destreza y diligencia los alemanes que los españoles.
Después d elavado el dicho metal, se torna á poner en otra pieza que está en la dicha casamm que se cierra con otras tres llaves que tienen las dichas personas nombradas por Zárate y el hallador, y Juan de Xuren.
Después que está escurrida el agua del dicho metal y ello queda seco, lo sacan de la dicha pieza, y se pesa y entrega por peso a los fundidores que tienen los hornos de las fundiciones en la dicha casa, y en cada fundicion se echan treinta arrobas del dicho metal lavado, y deciseis arrobas de almártaga, mezclada y sembrada encima dello, y mas las escorias de las fundiciones de antes, y se asientan asi por escrito con dia, mes y año en cuatro libros; el unoo que tiene la dicha persona nombrada por el dicho Zárate, y otro nombrado por el hallador, y otros nombrado por Juan de Xuren, y otro el que es lengua ó intérprete de los alemanes, y al tiempo de la fundicion estan presente las dichas tres personas que no se quitan de alli, aunque tambien dicen que se podria escusar en las fundiciones que hacen los alemanes por ser, como está dicho, muy fieles.
Los dichos hornos se encienden el domingo después de media noche, y arden hasta el sábado siguiente á la media noche sin cesar, y los van cebando de metal y carbon y leña rajada en su proporcion, y cuando ven que es tiempo, abren un caño por donde sale el metal derretido, y va á dar un hoyo que tienen hecho, y allí se hacen las planchas de plomo-plata que sale.
Estas planchas que se sacan, se pesan en acabándose cada fundicion en presencia de las personas nombradas por los dichos Zárate y hallador, y Juan de Xuren, y echan en las planchas de lo de las minas que halló Martin Delgado un sello en dos partes en que dice REY, y en las de Gonzalo Delgado en una sola parte, y en los dichos libros al pie de la partida que se echó en la tal fundicion, se asienta el número de barras que salieron della, y lo que pesan.

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